No soy una persona muy viajera. Hice un par de salidas al extranjero y me recorrí en coche España de punta a punta, pero el resto de viajes que he hecho, son particularmente por el norte español.
Pese a que me encanta conocer mundo, creo que mejor que en casa no se está en ningún sitio. Después de estar en ciudades como Londres, Toulouse, Granada, Bilbao, Santander o Madrid, Oviedo no lo cambio por nada.
Fue en el verano del 2009, el año que más sitios visité. Después de pasarme una semana conociendo Inglaterra, en ciudades como Londres, Eastbourne o Brighton, nada más al volver, hice una escapada al sur español.
Durante una semana conocí Granada y sus alrededores, después de un duro y largo trayecto Oviedo-Granada en coche. Doce horas en un coche sin aire acondicionado, y un trayecto de más de 900 km con toda la familia, es muy agotador, así que durante el viaje hice escala en Segovia, y en las inmediaciones de Madrid, Toledo y Jaén.
Granada me pareció una ciudad muy bonita. Tiene mucha riqueza cultural y darse un paseo por la Alhambra, el Generalife, y los barrios de su entorno, es una auténtica maravilla. Pese a que me gusto mucho todo esto, creo que tiene varias pegas. Cuando pase por Ciudad Real, poco a poco me iba dando cuenta de la que me esperaba. Llegue a Granada y creí que estaba en el mismísimo infierno. Fui incapaz de soportar temperaturas diarias por encima de los 40ºC, y el estar rodeado entre tanto choni, guiri y gicho, lo hizo aún peor.
En abril del 2010, fui de viaje de estudios con el instituto al sur de Francia. Allí visitamos ciudades como Toulouse, Albi, Carcassonne, Rocamadour, o Sarlat. Mi favorita fue Albi, y Toulouse no estuvo mal, pero era muy frecuente encontrarte malos rollos entre moros, negros, y las prostitutas del hotel. En fin... jajaja.
De todas las ciudades que he visitado, si tuviese que elegir una me quedaba con Londres. Le doy un 9. Es una ciudad a la que tenía muchas ganas de ir, y cuando estuve allí me encantó.
Cuando fuimos, nos bajamos del autobús junto a la Torre de Londres, e hicimos un tour por el Támesis desde el London Bridge hasta el Big Ben, en el que pudimos ver el centro de la ciudad y el London Eye.
Una vez que desembarcamos, nos bajamos junto al Big Ben y recorrimos las calles londinenses hasta el Green Park. El parque estaba muy bien. Tiene un lago en la zona central, y hay mucha gente por allí. Para un ovetense como yo, que estoy acostumbrado al estanque de patos del Campo de San Francisco, pues me resulto muy grande, la verdad.
Allí fue donde comimos, descansamos un poco, e hicimos el idiota con algún inglés que conocimos. Después nos dirigimos hasta el Buckingham Palace, la residencia de la Casa Real Británica.
Jajaja, solo a mí se me pudo ocurrir ir se visita a Londres con una camiseta de los Sex Pistols que desprecia a la reina Isabel II. Los ingleses son todos muy patrióticos, y en general, son partidarios de la monarquía, pero yo no me iba de allí sin hacerme una foto delante de Buckingham con la camiseta:
Después de abandonar Buckingham, nos esperó un caluroso recorrido hasta Trafalgar Square. Fue allí donde tuvo lugar la última parada de nuestra visita, y entonces nos concedieron más de dos horas para hacer lo que queramos.
De todas las ciudades que he visitado, si tuviese que elegir una me quedaba con Londres. Le doy un 9. Es una ciudad a la que tenía muchas ganas de ir, y cuando estuve allí me encantó.
Cuando fuimos, nos bajamos del autobús junto a la Torre de Londres, e hicimos un tour por el Támesis desde el London Bridge hasta el Big Ben, en el que pudimos ver el centro de la ciudad y el London Eye.
Una vez que desembarcamos, nos bajamos junto al Big Ben y recorrimos las calles londinenses hasta el Green Park. El parque estaba muy bien. Tiene un lago en la zona central, y hay mucha gente por allí. Para un ovetense como yo, que estoy acostumbrado al estanque de patos del Campo de San Francisco, pues me resulto muy grande, la verdad.
Allí fue donde comimos, descansamos un poco, e hicimos el idiota con algún inglés que conocimos. Después nos dirigimos hasta el Buckingham Palace, la residencia de la Casa Real Británica.
Jajaja, solo a mí se me pudo ocurrir ir se visita a Londres con una camiseta de los Sex Pistols que desprecia a la reina Isabel II. Los ingleses son todos muy patrióticos, y en general, son partidarios de la monarquía, pero yo no me iba de allí sin hacerme una foto delante de Buckingham con la camiseta:
Después de abandonar Buckingham, nos esperó un caluroso recorrido hasta Trafalgar Square. Fue allí donde tuvo lugar la última parada de nuestra visita, y entonces nos concedieron más de dos horas para hacer lo que queramos.
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